Muchas de las conversaciones que uno puede
escuchar mientras camina por la calle tienen un denominador común, la palabra
crisis.
Y es que, no es
para menos, porque estamos en época de crisis, empresas que cierran, despido de
trabajadores, decadencia de las condiciones laborales, corrupción, huelgas y
malestar social en general. Se dice que de ésta saldremos, pero algunos matizan
que empobrecidos hasta unos niveles que no se recuerdan desde los años 50.
También hay quien apunta que los jóvenes van a tener que emigrar, que no van a
vivir como sus padres sino que, con suerte, van a sobrevivir como sus abuelos.
Desde luego pinta oscuro para nosotros pero, ¿y
para nuestros hijos?...